La marea de despidos en el sector tecnológico: Amazon dispara la alarma mientras la IA redefine el empleo

La reciente noticia de que Amazon prepara el despido de hasta 30.000 empleados corporativos constituye un nuevo hito en la oleada global de recortes laborales en el sector tecnológico. La decisión, que se atribuye a un intento por reducir costos tras la bonanza de contrataciones durante la pandemia, marca una tendencia que muchos llaman “la reorganización del empleo en la era de la inteligencia artificial”.
Amazon: el gran operativo de ajuste
Según reportes de prensa, las notificaciones de despido comenzarán a llegar por correo electrónico desde este martes. Las áreas afectadas incluirían logística, pagos, videojuegos y Amazon Web Services. En 2023, Amazon ya había ejecutado recortes masivos: 27.000 empleados corporativos en etapas sucesivas. En aquel momento, la empresa justificó esas bajas como parte de un proceso de “reasignación estratégica” tras años de crecimiento acelerado.
El CEO Andy Jassy, en una comunicación interna, advirtió lo que muchos ya sospechaban: la automatización y la IA no son solo herramientas de eficiencia, sino que “reducirán nuestra fuerza laboral corporativa total” a medida que crezcan las ganancias por productividad. En ese sentido, el gobierno interno ya anticipaba que algunos cargos actuales dejarán de tener sentido, aunque otros roles nuevos surgirán.
Al 30 de junio, Amazon reportaba 1,54 millones de empleados en total (la mayoría vinculados a operaciones logísticas). En contraste, su planta corporativa y técnica contaba con aproximadamente 50.000 empleados en Seattle y unos 12.000 adicionales en Bellevue.
Ecos globales: Microsoft y la ola de recortes
Amazon no está sola en este ajuste. Microsoft anunció recientemente una reducción del 4 % de su fuerza laboral global, lo que implica el despido de alrededor de 9.000 empleados. Esa cifra se suma a una ronda anterior de 6.000 recortes en mayo, lo que lleva a unos 15.000 despidos totales en 2025 en esa compañía.
Entre los departamentos afectados están Xbox, ventas, producto y gestión intermedia, lo que evidencia que la reconfiguración laboral no solo está eliminando puestos administrativos, sino también posiciones técnicas y estratégicas.
Otras empresas también han respondido al imperativo de la IA redefiniendo su planta laboral. Por ejemplo:
- Salesforce recortó 1.000 empleos para reorientarse al talento vinculado con IA.
- Dell despidió 2.500 personas para avanzar en su transformación hacia una infraestructura soportada por inteligencia artificial.
- Intel, en uno de los casos más drásticos reportados, anunció la eliminación de hasta 15.000 posiciones para concentrarse en nuevas estrategias de chip y computación centrada en IA.
De acuerdo con los datos recopilados por observatorios del sector tecnológico, durante 2025 se han confirmado más de 161.000 empleos perdidos en distintas compañías del ámbito digital. Esa cifra, combinada con los recientes anuncios de Amazon y Microsoft, muestra que el fenómeno no es una tendencia puntual, sino un reordenamiento estructural del empleo tecnológico en el mundo.
¿Por qué tantos despidos? El rol central de la IA
El común denominador en estos procesos es la lógica de “menos personas para hacer más con Inteligencia Artificial”. Las empresas justifican los recortes como una consecuencia inevitable de la eficiencia propiciada por la automatización, los modelos generativos y las herramientas de análisis predictivo.
Al delegar tareas rutinarias, análisis masivos de datos y operaciones repetitivas a algoritmos, las compañías apuntan a reducir costes operativos y reorganizar su plantilla hacia roles de mayor valor agregado. Pero este viraje tiene un costo social: muchos puestos intermedios y técnicos quedan en situación de obsolescencia absoluta frente a sistemas automatizados que nunca se enferman ni piden licencia.
En otras palabras, la IA no solo crea nuevas tareas, sino que devora muchas de las funciones humanas actuales. En ese contexto, la demanda laboral tiende a concentrarse en especializaciones como ciencia de datos, ingeniería de modelos, rol de “entrenadores” de IA y áreas de diseño estratégico, dejando una masa creciente de trabajadores desplazados en el camino.
Impacto real: ¿cuántos desempleos suman entre los grandes nombres?
Si sumamos los casos más visibles hasta ahora:
- Amazon: hasta 30.000 despidos
- Microsoft: 9.000 en esta ronda + recortes acumulados de 6.000 = 15.000
- Otras firmas (Salesforce, Dell, Intel, etc.): miles combinados — por ejemplo, Intel solo planea 15.000 recortes adicionales, Salesforce 1.000, Dell 2.500
Podríamos estar frente a un total global superior a los 60.000 puestos perdidos solo en estas grandes compañías tecnológicas. Si se considera el universo del sector (161.000 según trackers globales de 2025), la cifra escala aún más.
Para ponerlo en perspectiva: miles de ingenieros, analistas, gestores y especialistas están siendo desplazados en un ciclo que no responde tanto a crisis financieras clásicas como a una reorganización dirigida por algoritmos.
Entre “progreso” y precariedad social
La ola masiva de despidos tecnológicos nos fuerza a replantear qué significa “innovación” en la era de la IA. Cuando las empresas celebran su transformación digital como un paso inevitable, muchos trabajadores sienten que son víctimas de una revolución en la que no fueron consultados.
La narrativa triunfalista de “optimización” oculta una contradicción profunda: crear riqueza con menos trabajadores implica concentración de ingresos, ampliación desigual de capacidades y desplazamientos laborales masivos.
En este contexto, los países con gobiernos que adoptan las exigencias del capital global (flexibilización, desregulación, apertura tecnológica acelerada) podrían perder más que ganar: podrían pasar de ofrecer empleo moderno a exportar desempleados tecnológicos. Y eso, en sociedades con crisis estructurales previas, no es un lujo que puedan permitirse.
