El desplome de las tecnológicas: ¿están las grandes empresas del sector condenadas a convertirse en maquilas de IA?

En los últimos meses, el valor de las acciones de algunas de las mayores compañías tecnológicas globales —como EPAM Systems, Accenture, Endava y Globant— ha sufrido un retroceso alarmante, arrastrando los precios a niveles similares a los registrados hace tres años. Esta caída no solo refleja una corrección de mercado, sino una señal más profunda: la incertidumbre generalizada sobre el verdadero futuro del sector en la era de la Inteligencia Artificial.

crisis inteligencia artificial
crisis laboral inteligencia artificial

Una caída que inquieta a los inversores

En el primer semestre de 2025, las acciones de EPAM y Endava perdieron más del 40% de su valor respecto al pico de 2021-2022. Accenture, que históricamente ha sido considerada una fortaleza en consultoría y servicios digitales, también muestra señales de agotamiento bursátil. Por su parte, Globant, emblema del talento tech latinoamericano, enfrenta una pérdida de confianza por parte del mercado, pese a sus anuncios de integración de IA generativa en sus servicios.

Los números asustan, pero aún más lo hace el trasfondo: los grandes fondos de inversión están empezando a cuestionar la propuesta de valor real de estas empresas en un mundo cada vez más dominado por soluciones automatizadas.

De socios estratégicos a maquilas digitales

Durante años, estas compañías fueron vistas como aliados clave en la transformación digital de organizaciones alrededor del mundo. Brindaban no solo fuerza de trabajo, sino consultoría, pensamiento estratégico, diseño de producto y conocimiento profundo del negocio.

Pero con la irrupción masiva de la Inteligencia Artificial —especialmente de los modelos generativos—, muchos temen que estas compañías se transformen simplemente en fábricas de código, donde el diferencial humano se diluye. La IA promete velocidad y eficiencia, pero en este nuevo paradigma, ¿dónde queda el aporte humano?

“El miedo del mercado no es infundado”, comenta un analista financiero de Nueva York. “Si la IA puede reemplazar parte del trabajo de miles de desarrolladores y consultores, entonces ¿por qué pagar la prima que solían tener estas empresas? Se convierten en manos de obra escalable, no en creadores de soluciones.”

La confianza aún no está depositada en la IA

Otro factor que alimenta esta caída es el escepticismo generalizado sobre la madurez de la IA. Aunque las tecnologías avanzan a paso firme, los errores, los sesgos y las limitaciones técnicas son aún evidentes. La idea de dejar que un software tome decisiones críticas —como lo haría un consultor senior— genera ansiedad tanto en los clientes como en los inversores.

«Es como pretender que un avión comercial vuele solo con inteligencia artificial, sin piloto humano. La tecnología puede estar lista, pero la sociedad no lo está», señala un experto en transformación digital de Silicon Valley.

El valor humano aún tiene un rol esencial: empatía, interpretación del contexto, ética, y creatividad no programada. Elementos que las máquinas todavía no pueden replicar plenamente.

Un futuro de incertidumbre y reinvención

El futuro de las tecnológicas depende, ahora más que nunca, de su capacidad de reinvención. Aquellas que logren posicionarse como curadoras inteligentes de IA, capaces de combinar automatización con valor agregado humano, podrían sobrevivir a la tormenta. Pero quienes se limiten a ofrecer ejecución técnica, sin diferenciales reales, verán cómo sus márgenes se estrechan y sus acciones siguen desplomándose.

El mercado ya lo está descontando: menos confianza, menos inversión, y menos expectativas de crecimiento. Es un llamado de atención para una industria que, tras años de expansión, enfrenta ahora un momento bisagra.

En el nuevo mapa digital, las grandes empresas tecnológicas deberán demostrar que no son prescindibles. Si no lo logran, corren el riesgo de pasar de ser líderes de innovación a meras maquilas tecnológicas, irrelevantes en un mundo cada vez más automatizado.

Secured By miniOrange