JAMOVAL S.L. – elaboración y venta de jamones – Valencia
JAMOVAL S.L. fue una empresa española con CIF B46358875, domiciliada en Camino Lloma Larga 3, en Náquera, provincia de Valencia. Se constituyó el 21 de abril de 1987 y se dedicó principalmente al comercio al por mayor de carne y productos cárnicos, según la clasificación CNAE 4632. En el Registro Mercantil figura como extinguida desde el 10 de abril de 2015.
La compañía nació como un emprendimiento familiar orientado a la elaboración y venta de jamones y embutidos. Sus orígenes se remontan a una carnicería-charcutería de la localidad valenciana de Moncada, que con el paso del tiempo creció y trasladó sus operaciones a Náquera. Durante su actividad desarrolló instalaciones de curación y envasado modernas, especializándose en jamones ibéricos y otros productos derivados del cerdo. La marca “Jamoval” se asoció con la idea de tradición artesanal y calidad en el sector cárnico español.
En términos jurídicos y financieros, la sociedad fue declarada extinguida tras un procedimiento concursal que concluyó por inexistencia de bienes suficientes para cubrir sus deudas. Desde su disolución, no presenta movimientos contables ni actividad fiscal. Es posible, sin embargo, que la marca “Jamoval” haya continuado bajo una nueva estructura empresarial o mediante la cesión de sus derechos a otra compañía.
Dado que JAMOVAL S.L. ya no tiene existencia legal, cualquier operación o vínculo comercial que se realice actualmente con productos bajo el nombre “Jamoval” debe confirmar cuál es la entidad que gestiona la marca hoy. Este punto es fundamental para evitar confusiones o responsabilidades derivadas de la antigua sociedad. Además, los antecedentes de concurso aconsejan revisar con detalle si hubo una sucesión de empresa o traspaso de activos.
Para quienes estén interesados en establecer vínculos comerciales con la marca, se recomienda confirmar la razón social vigente, consultar el Registro Mercantil de Valencia para conocer las cuentas de la empresa que la opera actualmente, verificar las certificaciones de calidad alimentaria y evaluar su situación financiera. Esto permite garantizar transparencia y seguridad jurídica en cualquier relación comercial futura.
