Comprar un Auto Usado en Pcia. de Buenos Aires. Cada vez mas demoras. Hasta 3 semanas de espera en Verificación Policial
Comprar un auto usado en Provincia de Buenos Aires: una carrera de obstáculos burocráticos
Adquirir un automotor usado en la Provincia de Buenos Aires se ha convertido en una verdadera odisea para los particulares. A las ya conocidas complicaciones inherentes a las transacciones de este tipo, se suma ahora un nuevo obstáculo: el endurecimiento del proceso de verificación policial, impulsado por una disposición reciente del gobierno de Axel Kicillof.
A partir de esta medida, los ciudadanos deben ingresar a la página oficial del Gobierno bonaerense y solicitar un turno en las dependencias policiales correspondientes para realizar la verificación física del vehículo. El problema: no hay turnos disponibles hasta dentro de dos o tres semanas, lo que retrasa significativamente las operaciones de compra-venta entre particulares. Sitio: Inicio de Trámite – Verificación Policial del Automotor
Esta exigencia burocrática, lejos de brindar agilidad o seguridad, enfría aún más un mercado automotor ya afectado por la incertidumbre económica. En un contexto donde la inflación y la falta de crédito ya complican las operaciones, sumarle trabas administrativas desalienta tanto a compradores como a vendedores.
Además del tiempo, el nuevo sistema representa un fuerte golpe al bolsillo. El costo de la verificación asciende actualmente a $43.000, lo que implica un incremento de más del 150% respecto al valor que se pagaba en 2024. Para muchos, este gasto adicional es un desincentivo que, en algunos casos, puede frustrar completamente una operación.
Este panorama evidencia un creciente problema: la burocratización excesiva de trámites simples que deberían estar orientados a facilitar, no a obstaculizar, la vida del ciudadano. Lejos de modernizarse, el sistema se torna más lento, más caro y menos accesible.
En resumen, comprar un auto usado en la Provincia de Buenos Aires hoy es sinónimo de paciencia, gasto extra y demoras innecesarias. Una realidad que pone en jaque la dinámica del comercio automotor entre particulares y genera un clima de frustración generalizada.