El propietario del Toyota Highlander destruido por el huracán Ian, que recorrió un millón de millas, recibe uno nuevo
Así se premia la fidelidad a la marca.
Todos hemos tenido coches que nos han encantado. Coches tan especiales y fiables que se convierten en parte de la familia. En el caso de Mark Miller, residente en Florida, se trataba de su Toyota Highlander Hybrid 2006, que había recorrido un millón de millas. Por desgracia, su relación con su compañero de ruedas se truncó cuando el huracán Ian destruyó su caballo de batalla japonés. Toyota, conmovida por la historia de Miller, recompensó su lealtad con un gesto extraordinario.
Todo empezó cuando Miller se puso en contacto con el Toyota Brand Engagement Center. No dispuesto a ver cómo su amigo de cuatro ruedas iba a parar al desguace, se puso en contacto con el fabricante y le preguntó si estaría interesado en comprar el Highlander con fines de investigación.
El representante de relaciones con el cliente Daniel Nichols sabía que Toyota tenía que hacer algo especial por Miller. «Podía oír su sonrisa a través del teléfono. Estaba lleno de energía y positividad».
La historia de Miller pronto corrió como la pólvora por toda la red Toyota y, enseguida, empleados de 15 departamentos urdieron un plan para recompensar a Miller con un flamante Highlander Hybrid Bronze Edition.
Miller fue enviado a Germain Toyota of Naples, el mismo concesionario en el que confió para cuidar de su viejo Highlander, con la premisa de que compartiría su historia con los miembros del personal. «Mi mujer y yo estábamos hablando y me dijo: ‘Oh, vas a conseguir otro Highlander'».
Cuando su Highlander alcanzó los 800.000 km, el mismo concesionario le premió con una nevera. Pero eso no era lo que le esperaba a Miller cuando llegó a Germain Toyota.
«El hecho de que [condujera] su Toyota durante más de 16 años, le pusiera más de un millón de millas y nos permitiera formar parte del mantenimiento de ese vehículo para usted, en mi opinión, probablemente le convierte en el cliente más leal que hemos tenido nunca», dijo el propietario del concesionario, Richard Germain. «Queríamos agradecerle esa lealtad».